
Mientras nuestras élites llenan la Península Ibérica y toda Europa de musulmanes, se vive un genocidio contra quienes se consideran cristianos (en realidad católicos), por la expansión del Islam. Nos dicen que el culpable es el «Islam radical», pero no existe texto islámico que sea más radical que el Corán.
Cuando una sociedad pone en práctica malas costumbres, se corrompe, comienzan los problemas: los atrofios, la pérdida de cualidades, las carencias, etc. dando lugar a una espiral auto-destructiva que debe ser controlada (control de caos) de varias formas. Una de esas formas se llama Religión.
El Cristianismo Original es «el parche» que las personas más conscientes de aquellas sociedades pusieron a la degeneración que sufrían. Es un parche porque no va a la raíz.
Se dieron cuenta que la acumulación de propiedad genera poder sobre los demás, y ese poder vuelve malignas a las personas. Intentaron solucionarlo poniendo la propiedad en común.
Pero el origen de la propiedad está en las prácticas DOMESTICANTES. Incapaces de retornar a formas de vida recolectoras-cazadoras, por haber perdido los conocimientos que lo hicieran posible, intentaron simplemente aplicar una «solución consciente» basada en la «voluntad» de vida en común.
Pero el motor de mal seguía encendido.
¿Será capaz el ser humano de dar marcha atrás en unas prácticas que le obligan a estar continuamente en guardia consigo mismo?
El escenario hoy es mucho peor. No tenemos conocimientos recolectores y tampoco hay bosques de donde recolectar ni animales salvajes que cazar. Ni siquiera se habla de esto a nivel de «meta en el tiempo», por los sectores revolucionarios que tenemos hoy. Vale que a corto plazo sea impensable abandonar la domesticación, pero se puede ir trabajando, empezar a liberar animales que sólo existen hoy en nuestro cautiverio.
Ya no existe la oveja salvaje, ha desaparecido. La oveja doméstica es un ser atrofiado, que vive enclaustrado y se ha vuelto presa incluso de animales que no tenían por costumbre la caza directa (los buitres). Éstos, al ver escasear sus fuentes de alimento y estar contemplando aquellos seres indefensos que permanecen siempre en el mismo lugar, se han lanzado en masa (vídeo) contra ellas.
Salta a la vista, por lo grotesco del ataque (100 contra 1), que si las ovejas pudiesen moverse por el territorio y tuviesen un 20% más de velocidad y fuerza, además del instinto de protección grupal que también han perdido, no serían la presa de los buitres. Estamos PROVOCANDO esta situación NUEVA.
El motor de mal sigue encendido. Ni siquiera el Cristianismo Original fue capaz de comprender la Domesticación como origen de mal.
Las costumbres son la cuna de buenas y malas decisiones. Tienes mucha razón
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