Los números son un invento para controlar operaciones mercantiles y controlar esclavos (también juego-apuestas-vicio) o en el mejor de los casos busca la exactitud de intercambio debido a la falta de vínculos comunitarios (lejos del afecto, del regalo).
Se los ha utilizado en los campos de concentración, en las cárceles, en las fábricas, en la educación masiva, etc. Su utilidad para el pueblo en libertad es muy baja, los distintos pueblos libres han tenido sistemas de medida suficientes para construir y fabricar a PEQUEÑA ESCALA, sin demasiadas complicaciones. Cuando te pregunten por tu número favorito diles:
«¿qué belleza puede haber en una herramienta de control esclavista que busca abarcar la realidad sin jamás conseguirlo?»
(suelen elevar las Matemáticas a algo místico, insinuando que no son un invento sino un descubrimiento)
La «gran escala» no es necesaria, es UN CUENTO, el cuento de la productividad. Nos dicen que debido al aumento de la población necesitamos muchas tecnologías, y no hay mayor mentira. Cuando se rebasa cierto límite la tecnología se vuelve destructiva del medio ambiente y atrofia nuestras cualidades. Nada ni nadie puede competir con un BOSQUE en creación de materia orgánica (esta gente no ha visto las higueras soltando higos, ni ha ido nunca a coger gurumelos). ADEMÁS en el siglo 14 se muere (matan) casi la mitad de la población de Europa debido al «modo de vida urbano» y algunos territorios nunca se han recuperado.
Fue debido al OTRO CUENTO, el cuento de la PESTE. Fue el triunfo del modo URBANO sobre la libertad RURAL: las agresiones al entorno, la deforestación, la vida sin belleza y el excesivo consumo de trigo molido y CARNE (explotación de especies), hechos rastreables en TODAS las «epidemias» del Mundo Antiguo: se acidifica el organismo como ocurre con la drogadicción y se pierden hábitos saludables. NO SON LOS MICROORGANISMOS que vienen A LIMPIAR la porquería, los culpables de la enfermedad, NO PUEDES contagiar tus malos hábitos a un atleta «por contacto», es una estupidez, que además está PROBADO durante más de 15 siglos de medicina, que NO APARECE en los escritos de los GRANDES médicos antiguos (Hipócrates, Galeno, Avicena). JAMÁS se documentó, a lo largo de 15 siglos de medicina griega y árabe, que alguien enfermase por estár «en contacto» con una persona enferma. JAMÁS a sucedido y jamás va a suceder, porque eso no funciona así.
Cuando te ves sometido a GASES que provienen de la putrefacción de alimentos (Inglaterra siglo 19), estás recibiendo una gran dosis de TOXINAS: ¿Qué ocurre si respiras amoniaco el tiempo suficiente? te puedes morir, ¿y a qué huelen las gambas en putrefacción?
Cuando la comida se pudre se generan QUÍMICOS PELIGROSOS (por eso te cagas las patas abajo), y si CONVIVES con ese flujo de gases y comes alimentos contaminados y bajos en nutrientes, teniendo además poco tiempo para ejercitarte y soltar la porquería, lo normal es que ENFERMES gravemente. Cuando una sociedad generaliza ese estado de cosas, se producen MUERTES EN MASA, y a partir de cierto momento nuestras élites tuvieron la GRAN IDEA de culpar al «enemigo invisble» (cuando aparecen los primeros microscopios, que ni siquiera tenían potencia para ver una mierda), operación que sigue ACTIVA hasta nuestro días.
Me duele que gente muy despierta para algunas cuestiones hable de «inmunidades colectivas» y siga encadenada a la Teoría de la Infección por Microbios.
Ciudad Apestosa 